El pasado 19 de diciembre, la coordinadora de Pastoral Universitaria en la UMU, Encarna Esteban Bernabé (Nani), defendió magistralmente la plaza de Contratada Doctora Permanente en un concurso de oposición, obteniendo la máxima calificación en cada una de las pruebas, por lo que ganó la plaza pasando a formar parte del Claustro de profesores de la facultad de letras con un contrato fijo.
Todos los componentes de la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Cartagena se alegran por tan estupenda noticia, compartiendo con la docente su alegría y felicitándola por su logro.
El pasado 19 de diciembre quedará grabado en mi memoria, no sólo porque alcancé una meta con la que había soñado durante muchos años, mi plaza fija en la universidad, sino porque me sentí especialmente querida y acompañada. Un par de días antes de la defensa sentí como el pánico se apoderaba de mí; mis inseguridades y mis fantasmas me llevaron a la duda y al miedo. En el retiro de Adviento, pocos días antes, nuestro delegado de Pastoral Universitaria, Pedro García Casas, nos dijo que el miedo era lo contrario a la fe. Lo recordé y, casi como un moribundo pide ayuda, pedí una oración a los miembros del consejo de pastoral para aumentar mi fe. Ellos, rápidamente, se unieron en oración por mí y me fui calmando. Sentí el abrazo del Padre que me repetía: “No tengas miedo” y así, en esa confianza, afronté la prueba delante del tribunal.
Cuando hace unos años tuve que tomar la decisión de dejar mi plaza de profesora de francés en secundaria para centrarme en mi carrera universitaria, hice un discernimiento al modo ignaciano. Aunque en ese momento vi claramente que Dios me quería en la universidad, las dificultades del camino me hicieron pensar, en no pocas ocasiones, que me había equivocado, que ese discernimiento no estuvo bien hecho. Sin embargo, el día 19 de diciembre, al presentar mi currículum ante la sala, repasé mi trayectoria y pude ver cómo Dios había estado junto a mí en cada uno de esos momentos, especialmente en los más difíciles, y en un momento de luz, de gracia, podríamos decir, vi claramente que sí, que mi sitio sí está en la universidad.
La Pastoral Universitaria, los amigos que allí he encontrado, las eucaristías que celebramos juntos, los retiros, la formación, todo, ha ido sosteniéndome durante este tiempo y saber que Dios se hace presente en medio de nosotros en la universidad, saber que nos acompaña en este camino, ya sea como alumnos, como PAS o como profesores, me confirma en la alegría de pertenecer a la Pastoral Universitaria, la alegría de pertenecer a la Universidad de Murcia y a la gran familia que formamos.
Dra. Encarna Esteban Bernabé
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