La parroquia de La Sagrada Familia de Molina de Segura fue el escenario de una emotiva y trascendental celebración en la que ocho jóvenes de la Pastoral Universitaria de la Diócesis de Cartagena completaron su iniciación cristiana. Stiven Laredo, Divine Tormety, Lina María Fruto, Carmen María García, Ángela Garrido, Adriana Jordán, Pablo Olmedo e Irene Vera recibieron el sacramento de la Confirmación, pero, además, dos de ellos, Stiven y Divine, fueron bautizados en primera instancia, ingresando así plenamente en la Iglesia. Asimismo, tres de los confirmandos comulgaron por primera vez, recibiendo a Cristo Eucaristía en un momento de profunda espiritualidad y significado.
El rito fue presidido por el vicario para la Evangelización de la Diócesis, José León León, acompañado por el delegado de Pastoral Universitaria y párroco del templo, Pedro García Casas. Durante su homilía, León exhortó a los jóvenes a asumir con valentía su misión evangelizadora, recordándoles que "Cristo siempre os acompañará, siempre estará con vosotros. Porque Dios ya os había pensado desde antes de la Creación". Además, transmitió un mensaje de gratitud de parte del obispo de la Diócesis, Mons. José Manuel Lorca Planes, por la labor de la Pastoral Universitaria, animándolos a seguir adelante con renovado entusiasmo y creatividad.
Un itinerario sacramental cargado de significado
La celebración estuvo marcada por momentos de gran simbolismo. A la entrada del templo, los catecúmenos que recibirían el Bautismo, Stiven Laredo y Divine Tormety, fueron recibidos por la comunidad y sus padrinos, quienes se convirtieron en testigos y garantes de su fe. Tras los primeros escrutinios, la liturgia de la Palabra se desarrolló según el V Domingo del Tiempo Ordinario, preparando los corazones para la recepción de los sacramentos.
Posteriormente, los dos nuevos neófitos fueron bautizados, renaciendo a una nueva vida en Cristo. Seguidamente, todos los jóvenes recibieron el don del Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación, ratificando su compromiso cristiano. La Santa Misa alcanzó un momento de especial alegría cuando tres de los confirmandos comulgaron por primera vez, completando así su proceso de iniciación cristiana y fortaleciendo su unión con Cristo en el Pan de Vida.
La ceremonia, colmada de signos y emotividad, contó con la participación del coro parroquial, cuyas interpretaciones litúrgicas acompañaron cada momento con solemnidad. La comunidad universitaria, así como familiares, profesores y compañeros, estuvieron presentes, brindando su apoyo y alegría en este significativo paso de fe. Muchos de los miembros de la Pastoral Universitaria desempeñaron un papel activo en la celebración, ya fuera como padrinos o catequistas, fortaleciendo así los lazos de fraternidad y acompañamiento en la fe.
Al finalizar la celebración, los asistentes compartieron una comida fraterna, donde la alegría y la comunión en la fe se hicieron palpables. Este encuentro, marcado por la gratitud y la esperanza, fue un recordatorio de que la Iglesia sigue siendo un hogar para todos aquellos que buscan vivir con auténtico compromiso cristiano su paso por la universidad y más allá.
La Pastoral Universitaria: un puente entre la fe y la razón
Este acontecimiento destaca la trascendental labor de la Pastoral Universitaria en la formación integral de los jóvenes. En el contexto académico, donde la búsqueda de la verdad y el conocimiento son ejes fundamentales, esta misión pastoral se convierte en un espacio de diálogo fecundo entre la fe y la razón.
La Pastoral Universitaria no solo es un refugio espiritual, sino también un lugar donde los jóvenes encuentran acompañamiento en su crecimiento personal y vocacional. Su labor permite que el mensaje del Evangelio resuene en el corazón de la comunidad académica, ofreciendo respuestas y orientación a quienes buscan dar sentido a su existencia en un mundo cada vez más desafiante.
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